Este día en el que para todos los niños y niñas implica dulces, juegos, regalos y mucha mucha diversión, para los adultos es esfuerzo, disposición, entusiasmo, cooperación y sobre todo una hermosa actitud de darle a sus pequeños un gran pedazo de su felicidad. En este día la Casa de la Cultura Oaxaqueña se dio a la tarea de organizarle un discreto gran evento a los niños y niñas que asisten cotidianamente a la Institución.
Entre cuentos, dibujo, música y maquillaje se fue llenando el foro y el aroma a medias tortas, dulces, agua de jamaica, pastel, gelatinas, chicarrones (pero de los grandes con su salsa bien rica), palomitas, flan, fricos y hasta un barquillero con todo y triciclo, que aunque no sabía bien en qué momento debería comenzar a repartir los barquillos, el frio de la nieve no llegaba a enfriar su ánimo.
Y en tanto esto pasaba, varios pares de manos cortaban, doblaban, torcían, pegaban, y que se cuantas cosas más, el papel de colores para decorar sus puestos con los que alegraban la vista de los presentes y daban muestras de ese talento que tienen las madres y los padres cuando se trata de ser creativos para los hijos. Así transcurría todo en nuestra Casa de la Cultura Oaxaqueña, donde este 30 de abril acompañado de un aguacero de aplausos, de gotas de agua que golpeaban el techo del foro, armonizado junto con los mordiscos que le daban al chicharrón y las paletas de dulce, todos disfrutaban del momento.
Detalles qué compartir había por todos lados a los que uno pudiera voltear, cosas a mejorar siempre existirán cada que se decide emprender algo, pero lo que sí es innegable, es el hecho de que cada madre, cada padre, cada niño y niña y ni que decir de los maestros, equipo de mantenimiento, todos dibujaron en algún momento una sonrisa en su rostro, porque siempre dará gusto ver tantos niños y niñas juntos y alegres, pero ¿A quién no le llena de satisfacción la imagen de los padres haciendo todo por sus hijos?…
A todos ellos muchas gracias A todos los niños y niñas… muchas felicidades.
Entre cuentos, dibujo, música y maquillaje se fue llenando el foro y el aroma a medias tortas, dulces, agua de jamaica, pastel, gelatinas, chicarrones (pero de los grandes con su salsa bien rica), palomitas, flan, fricos y hasta un barquillero con todo y triciclo, que aunque no sabía bien en qué momento debería comenzar a repartir los barquillos, el frio de la nieve no llegaba a enfriar su ánimo.
Y en tanto esto pasaba, varios pares de manos cortaban, doblaban, torcían, pegaban, y que se cuantas cosas más, el papel de colores para decorar sus puestos con los que alegraban la vista de los presentes y daban muestras de ese talento que tienen las madres y los padres cuando se trata de ser creativos para los hijos. Así transcurría todo en nuestra Casa de la Cultura Oaxaqueña, donde este 30 de abril acompañado de un aguacero de aplausos, de gotas de agua que golpeaban el techo del foro, armonizado junto con los mordiscos que le daban al chicharrón y las paletas de dulce, todos disfrutaban del momento.
Detalles qué compartir había por todos lados a los que uno pudiera voltear, cosas a mejorar siempre existirán cada que se decide emprender algo, pero lo que sí es innegable, es el hecho de que cada madre, cada padre, cada niño y niña y ni que decir de los maestros, equipo de mantenimiento, todos dibujaron en algún momento una sonrisa en su rostro, porque siempre dará gusto ver tantos niños y niñas juntos y alegres, pero ¿A quién no le llena de satisfacción la imagen de los padres haciendo todo por sus hijos?…
A todos ellos muchas gracias A todos los niños y niñas… muchas felicidades.
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